Linus Torvalds es el máximo responsable del proyecto Open Source más importante en todo el mundo: miles de personas en todo el mundo contribuyen al…
mmm... ¡Hola!
Linus Torvalds es el máximo responsable del proyecto Open Source más importante en todo el mundo: miles de personas en todo el mundo contribuyen al…
Quienes hemos tenido la oportunidad de conocer el entorno LINUX, sabemos que este es un sórdido mundo, donde lo malo, demoníaco y bizarro se presenta en la más diabólica y cruel de sus expresiones.
Linux es la más reciente mutación de un ancestral sistema operativo llamado UNIX, y heredó de este la mayoría de sus genes maléficos. Peor aún, hoy en día cualquiera puede verse inmerso, gratuitamente y por descuido, en un submundo absorbente lleno de extrañas criaturas, malignos conjuros y oscuros comandos.
En el centro de cada servidor Linux, vive un gran monolito al que todos llaman kernel. Alrededor de él, habita un gran número de perversas entidades, llamados procesos. Nadie parece conocer, a ciencia cierta, para qué sirven. Tras 20 años de experiencia en Linux/Unix, uno puede llegar a conocer algunos, y hasta saber lo que otros hacen. Sin embargo, la gran mayoría vive incógnita, actuando a sus anchas, obedeciendo las instrucciones del kernel y succionando la vida de nuestro computador.
Es en este punto donde se vuelve inquietante… Muchos de estos procesos llegan a convertirse en demonios (daemons). Por increíble y sobrenatural que parezca, los demonios no utilizan conjuros ni hechizos para reproducirse. Ellos utilizan un tenedor (fork) para crear otros demonios llamados hijos o niños (childs), que a su vez, imitan a su creador y siguen ciegamente sus pasos.
Este infernal purgatorio puede crecer y expandirse por sí mismo. Siendo Linux un sistema operativo multiusuario y multitarea, cientos de estos pequeños demonios pueden ser creados para abastecer a cuantas ingenuas víctimas humanas accedan al sistema; convirtiendo al servidor en un verdadero infierno, plagado de demonios, cada uno con vida y voluntad propia.
En la medida en la que el número de usuarios se reduce, sucede algo espeluznante. Los demonios padres comienzan a matar (kill) a sus hijos (child), sin piedad ni compasión alguna. Más aún, existen terribles comandos para matarlos a todos (killall) que asustan por la magnitud de la masacre que pueden ocasionar. Para una muerte compasiva existe el soft kill, y para las mas crueles el hard kill. El infame comando total kill, no requiere explicación. Como ven, es abundante el tipo de muertes que pueden darse.
¿Le suena escalofriante? Espere a leer esto:
Muchas personas me preguntan por qué no tengo mi propia cuenta de Facebook. Sin querer entrar en mayores divagaciones sobre los principios fundamentales de la privacidad, me permito admitir, hoy, las verdaderas razones:
1. Para mí, Facebook es como estar en prisión.
Uno se sienta por allí, sin hacer nada, a perder el tiempo. Si bien es cierto que se siente algo de culpabilidad por estar metido en esto, ello no se demuestra, ni por un segundo. Pierdes tu tiempo, hablando con la gente, en su mayoría extraños, y sueles aceptar grandes cantidades de dudosos amigos, que nunca llegas a conocer realmente. Como todo buen reo, hay que dar una foto de perfil, y a tu página le asignan unos números que nadie sabe qué significan. Hay muchas fotos de mujeres a medio vestir exhibidas entre los efectos personales de cada quien y se acostumbra escribir en los muros!.
Para colmo de males, al igual que en prisión, hay un montón de gente que crees conocer y se la pasan «dándote toques» a cada rato.
2. Facebook es para perdedores.
¡Es el único sitio donde un idiota puede sentarse solo y hablarle a los muros sin lucir patético!
3. Definitivamente, no me sirvió para citas.
Una vez intenté acercarme a una amiga:
En el muro de mi amiga: Haz recibido una invitación: «Rodrigo te ha enviado una solicitud de coito»
En mi muro: Jimena ha declinado tu invitación y te invita a jugar solitario !
¡Plop!… sin comentarios